viernes, 29 de septiembre de 2017

EL CAPITALISMO COMO RELIGIÓN, Por Walter Benjamin

Split Representation / Walter Benjamin, Elisabeth Penker, 2013


Hay que ver en el capitalismo una religión, es decir, el capitalismo sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, suplicios e inquietudes a las que daban respuesta antiguamente las llamadas religiones. Probar esta estructura religiosa del capitalismo, es decir, probar que no es sólo una formación condicionada por la religión como lo piensa Weber, sino un fenómeno esencialmente religioso, nos conduciría hoy al extravío de una polémica universal exagerada. No podemos estrechar la red en la cual nos sostenemos; sin embargo, este punto será apreciado posteriormente.

No obstante, podemos desde ahora reconocer en el tiempo presente tres rasgos de esta estructura religiosa del capitalismo. En primer lugar, el capitalismo es una religión puramente cultual, quizás la más extrema que jamás haya existido. En él, todo tiene significación inmediata respecto del culto, no conoce ninguna dogmática específica, ninguna teología. El utilitarismo gana bajo este punto de vista toda su coloración religiosa. El segundo rasgo del capitalismo está estrechamente ligado a esta concreción del culto: la duración permanente del culto. El capitalismo es la celebración de un culto sans rêve et sans merci. 1 No existe en él ningún “día ordinario”, ningún día que no sea día de fiesta en el terrible sentido del desplieguede la pompa sacra, de la tensión extrema del adorador. En tercer lugar, este culto es culpabilizante. El capitalismo es probablemente el primer caso de un culto que no es expiatorio sino culpabilizante. En esto, este sistema religioso se precipita en un movimiento colosal. Una conciencia monstruosamente culpable que no sabe expiarse se apodera del culto no para expiar en él esta culpa sino para hacerla universal, para hacerla entrar por la fuerza en la conciencia y, finalmente y sobre todo, para implicar a Dios en esta culpabilidad a fin de que él mismo tenga, finalmente, interés en la expiación. Esta última no hay que esperarla en el culto mismo, ni en la reforma de esta religión -ya que sería preciso que esta reforma pueda apoyarse sobre un elemento certero de esta religión-, ni en su rechazo. En la esencia misma de este movimiento religioso que es el capitalismo yace la perseverancia hasta el final, hasta la completa culpabilización final de Dios, hasta un estado del mundo afectado por una desesperanza que todavía se espera.

Lo que el capitalismo tiene de históricamente inaudito es que la religión no es ya la reforma del ser sino su destrucción. Habría que esperar la salvación de la desesperanza que se extiende al estado religioso del mundo. La trascendencia divina se ha derrumbado. Pero Dios no ha muerto; está incorporado en el destino del hombre. La transición del planeta hombre, siguiendo su órbita absolutamente solitaria en la casa de la desesperación, es el ethos que determina Nietzsche. Este hombre es el superhombre, el primero que comienza a cumplir, reconociéndola, la religión capitalista. Su cuarto rasgo es que su Dios debe permanecer oculto; sólo en el cenit de su culpabilización puede ser apelado. El culto se celebra ante una divinidad inmadura; toda representación, todo pensamiento consagrado a ella lesiona el secreto de su madurez.

La teoría freudiana pertenece también a la dominación sacerdotal de este culto; está pensada de forma completamente capitalista. Según una analogía muy profunda que está aún por aclarar, lo reprimido, la representación culpable, es el capital que produce los intereses del infierno del inconsciente.

El tipo del pensamiento religioso capitalista se encuentra extraordinariamente expresado en la filosofía de Nietzsche. La idea del superhombre desplaza el “salto” apocalíptico, no sobre la conversión, la expiación, la purificación y la contrición, sino sobre una intensificación [Steigerung] aparentemente continua, pero en el último momento, a saltos, intermitente, discontinua. Por esto, la intensificación y el desarrollo, en el sentido de non facit saltum, 2 son inconciliables. El superhombre es el hombre histórico que ha llegado sin conversión, que ha crecido atravesando el cielo. Nietzsche prejuzgó esta explosión del cielo provocada por el acrecentamiento de lo humano que es y permanece (incluso para Nietzsche) culpabilidad. Y de forma semejante en Marx, el capitalismo inconverso devendrá socialismo por el interés simple y el interés compuesto que son función de la culpa/deuda [Schuld] (ver la ambigüedad demoníaca de este concepto).

El capitalismo es una religión puramente cultual, sin dogma.

El capitalismo se desarrolló en Occidente como un parásito en el cristianismo –como debe mostrarse no sólo respecto del calvinismo sino también de otras corrientes ortodoxas del cristianismo– de tal manera que, al final, la historia del cristianismo es esencialmente la historia de su parásito, el capitalismo.

Comparación entre las imágenes de los santos de diferentes religiones y los billetes de banco de diferentes Estados. El espíritu que habla en la ornamentación de los billetes.

Capitalismo y derecho. Carácter pagano del derecho: Sorel Refléxions sur la violence, p. 262. 3

Vencer el capitalismo a través del mercado móvil: Unger Politik und Metaphysik, p. 44. 4

Fuchs, Struktur der kapitalistischen Gesellschaft o titulo vecino. 5

Max Weber, Ges. Aufsätze zur Religionssoziologie, 2 Bd. 1919/20. 6

Ernst Troeltsch, Die Soziallehren der chr. Kirchen und Gruppen (Ges. W. I 1912). 7

Ver sobre todo la bibliografía de Schönberg, II.

Landauer, Aufruf zum Sozialismus, p. 144.

Las preocupaciones: una enfermedad del espíritu propia de la época capitalista. Sin salida espiritual (no material) en la pobreza, monacato de la vagancia y la mendicidad. Un estado de sin salida semejante es culpabilizante. Las “preocupaciones” son el índice de esta conciencia culpable de la sin salida. Las “preocupaciones” nacen por el miedo de que no haya salida, no material e individual, sino comunitaria.

El cristianismo en la época de la reforma no favoreció la llegada del capitalismo: se transformó en capitalismo.

Habría que investigar metódicamente los lazos que desde siempre el dinero ha establecido con el mito a lo largo de la historia hasta que haya extraído para sí del cristianismo suficientes elementos míticos para establecer su propio mito.

El precio de la sangre /Thesaurus de las buenas obras / El salario que se le debe al sacerdote / Pluto como dios de la riqueza.

Adam Müller, Reden über die Beredsamkeit 1816 p. 56 ss.8

Relación entre el dogma de la naturaleza resolutoria del saber, propiedad para nosotros que lo hace a la vez redentor y verdugo, y el capitalismo: el balance como saber redentor y liquidador.

Se reconoce fácilmente una religión en el capitalismo si se recuerda que el paganismo originario concebía, en principio, la religión no como un interés “superior”, “moral”, sino como el interés más inmediatamente práctico; en otras palabras, el paganismo no tenía más conciencia que el capitalismo de su naturaleza “ideal”, “trascendente”, y la comunidad pagana consideraba a los miembros irreligiosos o heterodoxos como incapaces9, exactamente como la burguesía de hoy considera a sus miembros improductivos.

Notas:

(1) N. del T. En francés en el texto original.

(2) Cf. Leibniz, Nouveaux Essais sur l’entendement humain, Die philosophischen Schriften von G. W. Leibniz, Georg Olms Verlag, 1978, Bd. V, S. 49.

(3) Cf. Georges Sorel, Réflexions sur la violence, éd. Michel Prat, Paris, Le Seuil, 1990, p. 262.

(4) Cf. Erich Unger, Politik und Metaphysik (Die Theorie. Versuche zur philosophischer Politik), Berlin, 1921.

(5) Cf. Bruno Archibald Fuchs, Der Geist der bürgerlich-kapitalistische Gesellschaft. Eine Untersuchung über seine Grundlage und Voraussetzungen, Berlin/München, 1914.

(6) Cf. Max Weber, Gesammelte Aufsätze zur Religionssoziologie, 2 Bde., Tübingen, 1920.

(7) Cf. Ernst Troeltsch, Die Soziallehren der christlichen Kirchen und Gruppen, Gesammelte Schriften, Bd. I, Tübingen, 1911.

(8) Cf. Adam Müller, Zwölf Reden über die Beredsamkeit und deren Verfall in Deutschland, gehalten zu Wien im Frühlinge 1812, Leipzig, 1816.

(9) N. del T. Quizás sea preciso leer en el texto original alemán untüchtig (incapaz) en lugar de untrüglich (infalible) tal como lo han realizado los editores Tiedemann y Schweppenhäuser. En ninguna de las notas referidas a las paginas 100-103 (Anmerkungen zu Seite 100-103) del volumen 6 de los Gesammelte Schriften de Benjamin se encuentran alusiones a esta dificultad de lectura. Sin embargo, resulta más apropiado, de acuerdo con el contexto, considerar la lectura de untüchtig como la más pertinente en este caso.

Traducción: Omar Rosas, ©2008, Department of Philosophy University of Twente. The Netherlands O.V.Rosas@gw.utwente.nl
Fuente: http://www.elviejotopo.com/topoexpress/el-capitalismo-como-religion/

jueves, 28 de septiembre de 2017

"DENUNCIAMOS QUE SE CASTIGUE CON LA EXCOMUNIÓN A LAS MUJERES ORDENADAS SACERDOTES EN LA IGLESIA CATÓLICA", Por Jesús Bastante

Teología Feminista

Comunicado final del 37º Congreso de la Asociación de Teólogos "Juan XXIII": 
Mujeres y religión. De la discriminación a la igualdad de género.


"Entre feminismo y religión no hay contradicción; se puede ser creyente y feminista"

"La lección que hemos aprendido en este Congreso es que entre feminismo y religión no hay contradicción y que se puede ser creyente y feminista. Ese es el desafío al que hemos de responder". Este domingo concluyó el 37 Congreso de la Asociación de Teólogos "Juan XXIII", que giró en torno a "Mujeres y religión: de la discriminación a la igualdad de género". En su mensaje final, la asociación denuncia el patriarcado como "sistema de dominación contra las mujeres, las niñas, los niños y las personas más vulnerables de la sociedad". 

Un sistema que "se encuentra en alianza con otros modelos de dominación: capitalismo, colonialismo, fundamentalismo, depredación de la naturaleza, y provoca discriminaciones de género, clase etnia, cultura, religión, procedencia geográfica y orientación sexual en todas las esferas de la vida: lenguaje, vida cotidiana, política, economía, educación, trabajo, familia, espacio doméstico, cultura, ciencia, creación artística, lugares de ocio, medios de comunicación, publicidad". 

La crítica del congreso "se extiende a las religiones" y su "estructura patriarcal", que "trasnsmiten una ideología androcéntrica, imponen una moral machista y desarrollan prácticas sexistas", que considera a las mujeres "como sujetos religiosos y éticos, sino que las consideran inferiores, subalternas y dependientes. Las excluyen de los espacios de lo sagrado, las marginan de los puestos de responsabilidad, del ejercicio del poder y de los ámbitos de decisión. Generan en ellas actitudes de obediencia y sumisión calificadas como virtudes". Tras condenar la violencia contra las mujeres, los abusos a menores, la trata de personas y las agresiones contra gais, lesbianas, bisexuales o transexuales, recordando especialmente "la retirada de la custodia de los hijos y las hijas a las madres y entrega a los padres condenados por maltrato", sin citar el caso de Juana Rivas. 

"Los dirigentes religiosos se prodigan en condenas contra el aborto, el divorcio, las relaciones prematrimoniales, los métodos anticonceptivos, el matrimonio homosexual, la fecundación in vitro, los derechos sexuales y reproductivos", denuncia el manifiesto final, que constata la "insensibilidad hacia la violencia de género, el patriarcado, el sexismo y la LGTBIfobia". "En la Iglesia católica se veta a personas sexualmente disidentes el acceso al ministerio sacerdotal y la participación en actividades pastorales", añade. 

"Valoramos positivamente el encuentro fecundo entre feminismo y cristianismo, que ha provocado la rebelión de las mujeres contra el sistema patriarcal y el nacimiento de la teología feminista, que reconoce el protagonismo de las mujeres en el movimiento de Jesús entendido como discipulado igualitario", apunta la nota, que concluye afirmando que "la exclusión de las mujeres del ministerio ordenado no responde a razones bíblicas, teológicas o históricas, sino que es el resultado de la pervivencia del patriarcado instalado en la cúpula del poder y en la organización de las instituciones religiosas". "Denunciamos que se castigue con la excomunión a las mujeres ordenadas sacerdotes en la Iglesia católica", culmina.



MENSAJE DEL 37 CONGRESO DE TEOLOGÍA. MUJERES Y RELIGIÓN: DE LA DISCRIMINACIÓN A LA IGUALDAD DE GÉNERO 


1. Del 7 al 10 de septiembre de 2017 hemos celebrado el 37 Congreso de Teología sobre "Mujeres y Religión: De la discriminación a la Igualdad de Género" en un clima de debate sereno, diálogo sincero y encuentro fraterno-sororal. Comenzamos guardando un minuto de silencio como expresión de condena por los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils y de solidaridad con las familias, y otro por los asesinatos de mujeres producidos en España y en todo el mundo. Nos unimos con un nuevo minuto de silencio al dolor de los pueblos afectados por varios huracanes y terremotos que han causado decenas de muertos en Estados Unidos, México y El Caribe. 

2. Hemos hecho un análisis crítico del patriarcado como sistema de dominación contra las mujeres, las niñas, los niños y las personas más vulnerables de la sociedad. Este sistema se encuentra en alianza con otros modelos de dominación: capitalismo, colonialismo, fundamentalismo, depredación de la naturaleza, y provoca discriminaciones de género, clase etnia, cultura, religión, procedencia geográfica y orientación sexual en todas las esferas de la vida: lenguaje, vida cotidiana, política, economía, educación, trabajo, familia, espacio doméstico, cultura, ciencia, creación artística, lugares de ocio, medios de comunicación, publicidad. 

3. Nuestra crítica se extiende a las religiones, que tienen una estructura patriarcal, transmiten una ideología androcéntrica, imponen una moral machista y desarrollan prácticas sexistas. En la mayoría de los casos no se reconoce a las mujeres como sujetos religiosos y éticos, sino que las consideran inferiores, subalternas y dependientes. Las excluyen de los espacios de lo sagrado, las marginan de los puestos de responsabilidad, del ejercicio del poder y de los ámbitos de decisión. Generan en ellas actitudes de obediencia y sumisión calificadas como virtudes. 

4. Hemos analizado críticamente y condenado la violencia contra las mujeres y las identidades sexuales disidentes en sus múltiples manifestaciones: cuerpos colonizados; violencia machista como arma de guerra, violaciones, prostitución, trata de mujeres, vientres de alquiler, abusos sexuales de niñas y niños, venta de órganos, niñas y niños robados, penas de muerte, feminicidios, agresiones contra gais, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, maltrato a la infancia, retirada de la custodia de los hijos y las hijas a las madres y entrega a los padres condenados por maltrato. 

5. Los dirigentes religiosos se prodigan en condenas contra el aborto, el divorcio, las relaciones prematrimoniales, los métodos anticonceptivos, el matrimonio homosexual, la fecundación in vitro, los derechos sexuales y reproductivos. Descalifican la teoría de género a la que llaman "ideología de género" y la consideran la más perversa de la humanidad. Condenan los movimientos feministas y el LGTBI y muestran su oposición a las leyes de igualdad efectiva entre hombres y mujeres. En sus documentos y declaraciones públicas generan con frecuencia diferentes formas de violencia de género: sexual, simbólica, religiosa, psicológica, y fomentan actitudes y comportamientos machistas y homofóbicos en las personas creyentes y en la ciudadanía. Muestran, sin embargo, insensibilidad hacia la violencia de género, el patriarcado, el sexismo y la LGTBIfobia. En la Iglesia católica se veta a personas sexualmente disidentes el acceso al ministerio sacerdotal y la participación en actividades pastorales. 

6. Hemos dado la palabra a mujeres activistas que han expuesto las aportaciones de los movimientos feministas en diferentes áreas geoculturales, especialmente en América Latina, África y España, y a mujeres creyentes que han hablado de los Movimientos de Mujeres en las religiones que, en sintonía con los movimientos feministas, luchan contra todo tipo de discriminación y en defensa de la igualdad de género. 

7. Valoramos positivamente el encuentro fecundo entre feminismo y cristianismo, que ha provocado la rebelión de las mujeres contra el sistema patriarcal y el nacimiento de la teología feminista, que reconoce el protagonismo de las mujeres en el movimiento de Jesús entendido como discipulado igualitario, en el nacimiento de la Iglesia cristiana por ser testigos de la resurrección y en las primeras comunidades cristianas donde ejercían los ministerios y los carismas sin discriminación, conforme a la afirmación de Pablo de Tarso: "Ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3,28). La exclusión de las mujeres del ministerio ordenado no responde a razones bíblicas, teológicas o históricas, sino que es el resultado de la pervivencia del patriarcado instalado en la cúpula del poder y en la organización de las instituciones religiosas. Denunciamos que se castigue con la excomunión a las mujeres ordenadas sacerdotes en la Iglesia católica. 

8. Fecundo está siendo el encuentro entre el feminismo decolonial y las teologías feministas, que critican el feminismo hegemónico-occidental, cuestionan la colonialidad del poder, del saber, del tener, del ser y del género, defienden la descolonización de las mentes, del discurso teológico y de las prácticas liberadoras de las religiones y recuperan los saberes, los símbolos y la espiritualidad de los pueblos originarios. 

9. Hemos descubierto que espiritualidad y política son dos realidades indisociables y hemos tomado conciencia de la necesidad y urgencia de una espiritualidad política, que lleva a escuchar el grito de la Tierra y el clamor desgarrador de millones de personas hambrientas de pan y de derechos y a luchar por Otro Mundo Posible. 

10. La lección que hemos aprendido en este Congreso es que entre feminismo y religión no hay contradicción y que se puede ser creyente y feminista. Ese es el desafío al que hemos de responder. 

Madrid, 10 de septiembre de 2017.-







viernes, 22 de septiembre de 2017

ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES LEGISLATIVAS, Por Grupo de Curas en la Opción por los Pobres

Nos acercamos a las elecciones de medio término en el contexto de una situación muy delicada para el país. En nuestras Cartas al Pueblo de Dios y otras comunicaciones a la opinión pública, hemos abundado en descripciones acerca de las características del gobierno de Cambiemos, de las consecuencias ya visibles de sus políticas de corte neoliberal conservador, de su perfil autoritario que ha debilitado notablemente el estado de derecho.

Después de dos años, es largo el elenco de acciones reprobables: represión violenta a la protesta social y abusos de autoridad de las fuerzas de seguridad, protección a los capitales más que a los ciudadanos, promesas incumplidas, mentiras y falsedades permanentes, presos políticos, un desaparecido, persecución a quienes piensan distinto, aumento de la pobreza, desempleo, un insostenible endeudamiento que hipoteca el futuro, la especulación financiera, la desindustrialización, la entrega de nuestra soberanía.

Nos preocupa e indigna especialmente un rasgo cada vez más visible de este gobierno: no asume la función social del Estado y su necesario rol cohesionador. Expresiones del presidente o sus ministros y medidas de gobierno, están dirigidas contra los sectores más débiles o populares a quienes se les causa un visible perjuicio y sufrimiento, en especial porque son pisoteados sus derechos.

La lista sería interminable. La quita de miles de pensiones por discapacidad, la reducción de medicamentos gratuitos de primera necesidad entregados por el PAMI a los jubilados, el recorte de un programa histórico que brindaba asistencia técnica a pequeños y medianos productores y que excluye del beneficio a más de diez mil familias que viven en situación de vulnerabilidad, el desguace de las políticas de salud y la falta de medicamentos, los aumentos injustificados y delirantes de las tarifas de los servicios, el aumento de la mortalidad infantil. Estos casos sólo sirven de muestra. A esto debemos agregarle el gran ajuste y la extrema precarización laboral anunciadas para después de las elecciones.

Frente a esta coyuntura, como cristianos, sabemos que el resultado de estas elecciones puede confirmar o revocar el rumbo elegido por el gobierno, influyendo a su favor o en su contra en la relación de fuerzas, fortaleciendo o debilitando su poder político. Un gobierno que maltrata así a su población, y vive construyendo falsedades, es un gobierno que le da la espalda a los preferidos de Dios. Matar de hambre, desamparo o indiferencia al pobre es un pecado. Votar un gobierno que asfixia a los pobres, creemos que también lo es. Sin ningún temor o prejuicio sostenemos firmemente que un cristiano no puede darle el voto a un gobierno como éste, que multiplica las ayudas fraudulentas a sus amigos, facilita las ganancias de los ricos y condena a los pobres a la marginalidad y lo hace a la luz del día con mentiras y desparpajo.

Están en juego dos modelos antagónicos de país. Un país injusto y dependiente, que concentra la riqueza en una minoría o un país con la gente adentro, distributivo, soberano e inclusivo. La política no es una varita mágica ni una práctica purista, pero sigue siendo una herramienta imprescindible para forjar el destino de la sociedad y organizar la vida en torno a la dignidad, la libertad, los derechos humanos y la convivencia pacífica y solidaria.

Como cristianos y como curas, caminando a la par del pueblo, invitamos a votar contra este gobierno, contra la agresión a los pobres y vulnerables, contra el secuestro del futuro. Nos inspiramos en los amigos de Jesús, como el querido Santo Cura Brochero. En 1912, enfermo de lepra, casi ciego, escribe antes de las primeras elecciones legislativas en las que se aplicó la Ley Sáenz Peña de voto secreto y obligatorio. Militante del Partido Radical, alternativa popular frente al Partido Conservador, Brochero escribe sin dudar que Cárcano, el candidato conservador es -“el hombre más funesto y contrario al bienestar y felicidad de los habitantes del Oeste” (carta 449) “los que votan por Cárcano van contra la felicidad y facilidades de los habitantes del Oeste”_ (carta 448, 26/9/1912) mientras que “votando por los candidatos que dará el Partido Radical buscan su felicidad, su engrandecimiento, el de la Provincia, y aún el de la Nación entera” (carta 451, 4/10/1912)

Inspirados en él, pues, y buscando la felicidad del pueblo y de los pobres creemos, sin dudarlo, que “no se puede ser cristiano y neoliberal”, como decía el recordado obispo Esteban Hesayne. Y exhortamos a nuestros hermanos a votar en consecuencia. “Los pobres, no pueden esperar”.

Mientras nos encaminamos a esta crucial elección del 22 de octubre, nos seguimos preguntando: ¿Dónde está Santiago Maldonado?

Curas en la Opción por los Pobres
Septiembre de 2017

lunes, 18 de septiembre de 2017

LA SOLIDARIDAD: UN PARADIGMA OLVIDADO, Por Leonardo Boff

Leonardo Boff
Hay una falta clamorosa de solidaridad en el momento actual de nuestra historia. Se nos ha informado de que en este exacto momento 20 millones de personas están amenazadas de morir literalmente de hambre en Yemen, Somalia, Sudán del Sur y Nigeria. El grito de los hambrientos se dirige al cielo y a todas las direcciones. ¿Quién los escucha? Un poco la ONU y solo algunas valientes agencias humanitarias.

En nuestro país, por causa de los ajustes promovidos por los gobernantes actuales, que dieron un golpe parlamentario, buscando imponer su agenda neoliberal, hay por lo menos 500 mil familias que han perdido la “bolsa familia”. Los pobres están cayendo en la miseria de la cual habían salido y los miserables se están volviendo indigentes. No son pocos los que vienen a nuestra ONG en Petrópolis (Centro de Defensa de los Derechos Humanos), que existe desde hace 40 años, pidiendo comida. ¿Es posible negar el pan a la mano extendida y a los ojos suplicantes sin ser inhumano y carente de piedad?

Es urgente que rescatemos el significado antropológico fundamental de la solidaridad. Ella es antisistema, pues el sistema imperante capitalista es individualista y se rige por la competencia y no por la solidaridad y la cooperación. Esto va contra el sentido de la naturaleza.

Nos dicen los etnoantropólogos que la solidaridad nos hizo pasar del orden de los primates al orden de los humanos. Cuando nuestros antepasados antropoides salían a buscar sus alimentos, no los comían individualmente. Los llevaban al grupo para comer juntos. Vivían la comensalidad, propia de los humanos. Por tanto, la solidaridad está en la raíz de nuestra hominización.

El filósofo francés Pierre Leroux a mediados del siglo XIX, al surgir las primeras asociaciones de trabajadores contra el salvajismo del mercado, recuperó políticamente esta categoría de la solidaridad. Era cristiano y dijo: «debemos entender la caridad cristiana hoy como solidaridad mutua entre los seres humanos» (Cf. Jean-Louis Laville, L’économie solidaire: une perspective internationale, 1994, 25ss).

La solidaridad implica reciprocidad entre todos, como un hecho social elemental. De ahí nació la economía del don mutuo, tan bien analizada por Marcel Mauss.

Si miramos bien, la naturaleza no creó un ser para sí mismo, sino a todos los seres unos para otros. Estableció entre ellos lazos de mutualidad y redes de relaciones solidarias. La solidaridad originaria nos hace a todos hermanos y hermanas dentro de la misma especie.

La solidaridad, por tanto, es indisociable de la naturaleza humana en cuanto humana. Si no hubiese solidaridad no tendríamos manera de sobrevivir. No tenemos ningún órgano especializado (Mangelwesen de A. Gehlen) que garantice nuestra subsistencia. Para sobrevivir dependemos del cuidado y de la solidaridad de los otros. Es un hecho innegable de otros tiempos y también de hoy.

Pero tenemos que ser realistas, nos advierte E. Morin. Somos simultáneamente sapiens y demens, no como decadencia de la realidad sino como expresión de nuestra condición humana. Podemos ser sapientes y solidarios y crear lazos de humanización. Pero también podemos ser dementes y destruir la solidaridad, degollar personas como hacen los militantes del Estado Islámico o quemarlas dentro de una montaña de neumáticos, como hace la mafia de la droga.

Por causa de nuestro momento demente Hobbes y Rousseau vieron la necesidad de un contrato social que nos permitiese convivir y evitar que nos devorásemos recíprocamente.

El contrato social no nos exime de tener que reactivar continuamente la solidaridad que nos humaniza, sin la cual el lado demente predominaría sobre el sapiente.

Es lo que estamos viviendo a nivel mundial y también nacional, pues poquísimos controlan las finanzas y el acceso a los bienes y servicios naturales, dejando a más de la mitad de la humanidad en la indigencia. Bien decía el Papa Francisco: el sistema imperante es asesino y anti-vida.

Entre nosotros, las políticas actuales de ajustes fiscales están sobrecargando especialmente a los pobres y beneficiando a los pocos que controlan los flujos financieros. El Estado debilitado por la corrupción no consigue frenar la voracidad de la acumulación ilimitada de las oligarquías.

Hubo Alguien que fue solidario con nosotros. No quiso aprovecharse de su condición divina. Antes “por solidaridad se presentó como simple hombre” (Flp 2,7) y acabó crucificado. Esta solidaridad nos devolvió humanidad (nos salvó) y continúa animándonos a “tener los mismos sentimientos que él tuvo” (Flp 2,5).

Es urgente que rescatemos el paradigma básico de nuestra humanidad, tan olvidado, la solidaridad esencial. Fuera de ella desvirtuamos nuestra humanidad y la de los otros.


miércoles, 6 de septiembre de 2017

EL JOVEN LENIN, UNA PROTOHISTORIA, Por Nicolás González Varela


Vladímir Ilich Uliánov, alias Lenin

El materialista pone al desnudo las contradicciones de clase” 
(Lenin, 1895)

Todo inicio es una definición encubierta. Y algo se puede llegar a conocer si sabemos cómo ha llegado a ser lo que es. ¿El comienzo no dice acaso la verdad del ser? O si lo quisiéramos decir con las palabras de indudable pathos hegeliano de un socialista agrario ruso que tuvo mucha influencia en Lenin, “por su forma, la etapa superior de cualquier desarrollo es similar al inicio del que se ha partido”. ¿Podemos comprender mejor, aprehenderlo en su contexto y necesidad, la práctica y la idea de Lenin si entendemos su origen, si logramos descifrar sus raíces, si exponemos cómo llegó a ser lo que fue? Lenin continúa siendo un enigma incluso cuando eliminamos los escombros del culto a la personalidad. ¿Cuál es la peculiaridad del marxismo de Lenin? Krupskaia definía a Lenin como “un erudito marxista surgido del Volga”. ¿Podemos explicar de manera materialista-crítica este surgimiento concreto desde el Volga? La tarea ya había sido planteada por el malogrado Dutschke: intentar una “reconstrucción crítico-materialista” de la comprensión de la revolución en Lenin, que conlleva reconsiderar el fundamento asiático de la Rusia zarista. [1] O en palabras del viejo Negri: intentar una lectura marxista del marxismo de Lenin. [2] Una proto-historia de la teoría revolucionaria de Lenin solo puede evocar lo que se nos ha perdido. Evoquemos el bulto de este vacío. En el mito se debe introducir la natural discontinuidad dialéctica de todo pensamiento, incluso el de Lenin. Calibremos la “otredad” del marxismo de Lenin. O sea: se trata de explicar a Lenin no desde la perfecta geometría del éxito de Octubre de 1917 sino desde el caos original de su constitución como práctico socialista y teórico marxista. Y como veremos la primera juventud tiene su meta en sí misma, no es un “escalón”. Si el discurso de Lenin “traduce” en términos organizativos una composición de clases real, que se entiende como algo específicamente determinado, solo podemos demostrarlo explicando su formación, el inicio. “Repetir” al Lenin de 1917 es un falso paso, remachar un fantasma, una nueva “beatificación”, una parodia que se practica sobre un mito, una voluta de humo académica. 

La visión no-geométrica de Lenin, el reverso materialista que nos conduce hacia el enigmático praktiki Vladimir “Volodia” Illich Ulianov de los años 1890, se puede reconstruir no sin cierta dificultad, [3] en parte debido al propio culto a la ersonalidad en la URSS que comenzó ya en 1918, [4] en parte a las propias condiciones de trabajo conspirativo que imponía el zarismo y en parte a la propia personalidad y estilo de Lenin, muy reservado en cuanto a sus recuerdos biográficos o en practicar autointerpretaciones de su Bildung política. [5] Lenin era un enigma incluso en vida. Durante su vida fue muy poco pródigo en recuerdos personales y, como señala Wolfe “al contrario de Stalin y Trotsky, no se preocupó en absoluto de la publicación de su futura nota necrológica”. [6] En 1922, el jefe de la sección rusa de la revista Photo Cinema, Piotr Voievodin, bolchevique desde 1903, redacta el largo guión de una gran película abortada sobre la vida de Ulianov y a este fin, intenta compilar “lo humano de Lenin”; sólo logra establecer de manera fehaciente que “1) Le gustan los niños; 2) y los gatos; 3) ríe a menudo; 4) tiene un plan y un modo de vida modestos; 5) juega bien al ajedrez; 6) le gusta montar en bicicleta’', y poco más. Zinoviev, muy cercano a Lenin, se dedicó desde 1932 a lograr un retrato concreto y exhaustivo; cuando en agosto de 1936 Stalin lo ejecutó no había podido anotar más que algunas ideas y preguntas: como Lenin preparaba sus informes, redactaba una resolución, presidía reuniones, escuchaba a un visitante, reaccionaba ante las derrotas, las victorias y rupturas. [7] No pudo ir mucho mas lejos. Detrás de la espesa niebla ideológica del “Santo-Apóstol-Profeta-Mártir”, se esconde un Lenin concreto, el Volodia [8] de “carne-y-hueso” que intentamos reconstruir. Lenin qua marxista revolucionario es inteligible sin este fundamento digamos concreto-nacional, sin esa discontinuidad real. Intentar rastrear el origen, las raíces, los preciosos momentos de formación del marxismo de Lenin es una tarea difícil, pendiente y necesaria. El culto a Lenin, ya latente a pesar de su propia opinión contraria en vida, paso a ser después de su muerte en 1924 descomunal, una producción monstruosa digna de Gargantúa. La Leniniana alcanzó proporciones bíblicas, desde crónicas diarias de su carrera política en todos los formatos imaginables, además que sus artículos y notas fundamentaban cada paso en la línea política oficial del Estado, cada cambio en la dirección debía ser necesariamente contrastado y ligado a una palabra maestra de Lenin. Como señala Bensaïd, el leninismo “estalinizado” no es otra cosa que una mera ortodoxia estatal. Pero incluso las fracciones y líneas de opinión internas (Trotsky, Kollontai, Kamenev, Zinoviev, Stalin, Bujarin, Miasnikov et altri) se legitimaban ante las bases a través de citas y contra-citas bizantinas de sus libros y discursos. Incluso Gorbachov en 1985 tuvo que justificar su Glasnot Perestroika remitiéndolas al corpus de ideas inmortales de Lenin. La acumulación documental leniniana, alguna de la cual aportaba información interesante sobre la recepción histórica de Marx y la distintiva formación “oriental” del marxismo en Rusia, fue abruptamente interrumpida en 1938 por un ukase de Stalin. [9] Toda investigación seria y materialista sobre Lenin quedó interrumpida hasta 1956, y aquellos que se habían aventurado en rastrear las raíces “rusas” del marxismo corrían peligro, yacían en un gulag o habían sido ejecutados. [10] Para el Dia-Mat y para Stalin, Lenin fue un ur-marxista ortodoxo desde su adolescencia y punto. Lenin, en cuanto a Marx, era una suerte de Minerva, que nació con casco, pica, égida y escudo. Con razón Negri afirma que el leninismo en cuanto tal no existe.

En Occidente la Leninografía sufrió la falta de fuentes de primera mano además de la sobredeterminación ideológica de la Guerra Fría, pero las incongruencias y heterodoxia de Lenin intentaron ser explicadas de diversas maneras. Básicamente en la mayoría de los casos juegan en diferentes jerarquías tres paradigmas sobre Lenin praktiki marxista. Unos sostuvieron la versión de un Lenin marxista-primitivo, anclado en el Marx juvenil de barricada, el “blanquista” de 1847-1850, que todavía no había madurado hacia el cientificismo de Das Kapital. Otros veían a Lenin como un caso para ser analizado desde el punto de vista histórico-psicológico (al estilo del Wilson de Freud), respuesta de su psyché al conflicto con la figura zarista y noble de su padre y para resolver en lo real la ejecución vergonzosa de su hermano; finalmente la más extendida presentaba al marxismo heterodoxo y pragmático de Lenin como el último y más ilustre representante de la larga tradición rusa jacobina (terrorista y violenta que se remonta a Pestel), de la cual se habría apropiado en cuanto a ideas y estilos organizativos, agregándole a posteriori el stock teórico de Marx y Engels. Lenin en este caso nunca puede ser considerado un “socialdemócrata ortodoxo” (o lo fue durante un corto tiempo), y al corpus ideológico jacobino ruso simplemente le sumó una fina pátina de ideas marxistas. Intentaremos aquí salir de este atolladero, esquivar los dos polos opuestas de la mala interpretación de Lenin, tanto el del mito beatificador stalinista como el del neo-jacobino, intentando saber cómo Lenin llegó a ser lo que fue en la práctica como en la teoría.
El viaje es de adelante hacia atrás, desde la consolidación ya sin retorno del Estado de partido único en 1922, hacia el pasado conspirativo, hacia el sofocante mundo paranoico de los círculos populistas y marxistas durante el zarismo, pero también hacia la creatividad de un marxismo abierto, alejado del naciente Dia-Mat. El año 1922 es el principio del fin para Lenin, pero en marzo de ese año logra escribir un ensayo revelador: “Significación del materialismo militante”, titulo-homenaje a su maestro marxista Plekhanov, [11] para la revista teórica mensual: Bajo la bandera del marxismo. [12] En él afirma que “afortunadamente las tendencias principales del pensamiento social avanzado de Rusia tienen una sólida tradición materialista. Sin mencionar a Plekhanov, bastará nombrar a Chernishevsky”. Más adelante Lenin afirmaba que “sin un sólido fundamento filosófico… ningún materialismo puede soportar la lucha contra la ofensiva de las ideas burguesas, contra la restauración de la concepción burguesa del Mundo”, por lo que propone al comité editorial de la revista, “organizar el estudio sistemático de la dialéctica de Hegel desde el punto de vista materialista, o sea: de la dialéctica que Marx aplicó prácticamente en El Capital y en sus trabajos históricos y políticos.” Lenin concluye diciendo que “basándose en el modo como Marx aplicaba la dialéctica de Hegel, concebida de manera materialista, podemos y debemos desarrollar esta dialéctica en todos sus aspectos, publicar en la revista fragmentos de las principales obras de Hegel, interpretarlas de un ‘modo materialista’, comentándolas con ejemplos de la aplicación de la dialéctica por Marx.” Y como colofón final sugiere al grupo de redactores y colaboradores que la revista se constituya en una suerte de “Sociedad de amigos materialistas de la dialéctica hegeliana”. Lenin consideraba que “sin plantearse semejante tarea y sin cumplirla sistemáticamente, el Materialismo no puede ser materialismo combativo”. [13] Todos los conceptos materialistas para Lenin, como decía Marcuse, contienen una acusación y un imperativo. El artículo es sintomático, advierte de la posibilidad de una “restauración burguesa” en la teoría: la exhortación de Lenin es contemporánea a su reflexión práctica sobre la exigencia de normas más severas para el ingreso al partido, además de señalar el deficiente nivel de los militantes, previa al XIº Congreso de marzo, así como su preocupación por la composición de clase del Comité Central. La praxis se desmorona, pierde su eficacia y se hace “administrativa de las cosas” sin una teoría revolucionaria, sin el método materialista… ¿El núcleo esencial de toda filosofía es en última instancia la política?

Pero además aparece la herencia revolucionaria autóctona a la que no solo no hay que renunciar sino incluso volver a reactivar. Lenin recuerda a las nuevas generaciones la sólida tradición materialista rusa (ilustrada, no-jacobina e independiente de la “Narodnaya Volya”) con la cual se formó, que se inicia, de manera sorprendente, no con Herzen, no con Plekhanov sino con un economista “socialista agrario” llamado Nikolái Gavrílovich Chernishevsky. [14] Personaje destacado en su tiempo, que llamó la atención del Marx tardío, que lo calificaba de “gran sabio y crítico”. El Dia-Mat, en el obligado Diccionario Soviético de Filosofía (edición de 1959) lo define malamente como “gran demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico literario y socialista utópico.”¿Utópico? Sabemos que el régimen stalinista nunca rindió homenaje a Chernishevsky, o a su discípulo Dubroliúbov, raro porque siendo predecesores reconocidos del leninismo son predecesores ab initio, por lo tanto, de la misma URSS. El problema era que el espejo antidespótico de Chernishevsky, su lucha contra la forma autoritaria-despótica asiática de Estado y Sociedad, lo que denominaba Aziatstvo, [15] además de su antinacionalismo eslavo, lo hacía muy incómodo al régimen de Stalin. Obviamente, se sabe que la famosa obra de Lenin sobre la organización de 1903, ¿Qué hacer?, [16] al parecer se inspiraba en su título en la novela homónima de Chernishevsky, cosa dudosa para algunos escolares, pero poco más. En sus memorias la Krupskaia reconocía que “en sus artículos y en sus libros [Lenin] no habla nunca de un modo directo, pero cada vez que se refería a Chernichevski su verbo tomaba un acento apasionado. Si dais una ojeada a las obras de Lenin veréis que los pasajes en que habla de Chernichevski están escritos de un modo particularmente caluroso.” Se puede reconstruir, a través de varias fuentes y testimonios, así como de las escasa palabras autobiográficas de Lenin, el papel teórico-práctico de Chernishevsky. Lenin comentaba que “lo había leído con un lápiz en la mano”, que había sido “una influencia esencial” o en otro testimonio oral reconoce que “Chernishevsky ha arado sobre mí una y otra vez”. Si no bastara las reminiscencias de Lenin además tenemos lo indeleble, como decía Krupskaia, la propia palabra escrita. Retrocedamos en la historia.

Notas:

[1] Rudi Dutschke: Versuch, Lenin auf die Füsse zu stellen : über den halbasiatischen und den westeuropäischen Weg zum Sozialismus , Wagenbach, Berlin, 1974; en español: Lenin. Tentativas de poner a Lenin sobre los pies, Icaria, Madrid, 1976.
[2] Antonio Negri: “Lenin y nuestra generación” (1972), ahora en: La fábrica de la estrategia: 33 lecciones sobre Lenin, Akal Editor, Madrid, p. 15 y ss.
[3] Un intento en este sentido es el trabajo de Tamás Krausz: Reconstructing Lenin. An Intellectual Biography, Monthly Review Press, New York, 2015; que a pesar de sus méritos tiene graves insuficiencias y lagunas.
[4] La primera biografía de tono hagiográfico se publicó ya en septiembre de 1918, luego del intento de atentado contra su vida por parte de Fanny Kaplan, producto de la pluma de Zinoviev: Vladimir Il'ich Ul'yanov: ocherki zhizni i deyatel'nosti, Petrograd, 1918; es decir: “Vladimir Ilich Ulianov, ensayos sobre su vida y su obra”; Zinoviev afirmaba que: “Lenin es un elegido entre millones. Lenin es Líder (Vozhd’) por la gracia de Dios. Lenin es la auténtica figura de un Líder (Vozhd’) como no ha existido en los últimos quinientos años de existencia de la Humanidad” (ibidem, p. 34), Zinoviev llega a afirmar que Lenin desciende de ¡siervos campesinos!, cuando su padre era un auténtico y noble chinovnik zarista; el término “Vozhd’” será de uso corriente para nombrar a Stalin después de 1929; ya en 1919 había comenzado el trabajo editorial de sus obras llamadas “completas”, la Sobranie sochinenii, que contemplaba tan solo veintiséis volúmenes (tan solo 1500 escritos de Lenin) y terminó en 1926. Lenin sin duda fue el escritor marxista más prolífico, al que pueden adjudicarse más 35.000 documentos de su pluma y letra. Sobre la historia de omisiones y censuras en las Obras Completas de Lenin, incluso después de 1956, véase: R. C. Elwood: “How Complete is Lenin's Polnoe Sobranie Sochinenii?”, en: Slavic Review, Vol. 38, No. 1 (Mar., 1979), pp. 97-105; en lo posible hemos utilizado la edición española: Obras Completas, Akal Editor, Madrid, 1976, 45 volúmenes más índices complementarios, versión de la 4ª edición (1941-1957) con los agregados de la 5ª, se la conoce como la “Edición Stalin” por su censura y omisiones; en caso de duda o falta del texto nos hemos remitido a la edición en alemán (más completa y exhaustiva que la rusa): Werke (40 Bände, 2 Ergänzungsbände, Register, Vergleichendes Inhaltsverzeichnis). Dietz-Verlag, Berlin (DDR), 1956–1972; y su correspondencia: Briefe (10 Bände), Dietz-Verlag, Berlin (DDR),1967–1976. Para una guía de las obras completas de Lenin, véase: Harding, Neil: “Appendix 2. Guide to Lenin’s ‘Collected Works’”, en: Leninism, Duke University Press, Durham, pp. 300-316.; la crónica (con errores) de la vida de Lenin en español: Weber, Gerda/ Weber, Hermann: Crónica de Lenin. Datos sobre su vida y obra; Anagrama, Barcelona, 1975; la crónica de la vida de Lenin más exhaustiva sigue siendo: AA. VV.: Vladimir Il'ich Lenin. Biograficheskaya khronika, ed. G. N. Golikov et altri, 12 volúmenes, Moscow, 1970-1982.
[5] Por ejemplo: sobre la ejecución de su hermano Aleksandre, hecho conmocionante y decisivo en su vida política, Lenin apenas hace dos menciones marginales en toda su enorme obra escrita.
[6] Bertram D. Wolfe: Tres hombres que hicieron una revolución, Janés, Barcelona, 1956, p. 89.
[7] La anécdota en: Jean-Jacques Marie: Lenin (1870-1924), POSI, Madrid, 2008, p. 14.
[8] “Volodia” es la habitual forma afectiva en ruso que adopta el nombre Vladimir; la traducción literal de “Vladimir” (Влади ́ мир ) significa “el que posee un gran poder”.
[9] Se trató de un decreto digamos en forma literaria: la publicación de la versión oficial del Bolchevismo y de la actividad de Lenin como político, se trata del libro de Stalin: Istoriya Vsesoyuznoi Kommunisticheskoi Partii bol'shevikov: Kratkii kurs, Moscú, 1938, en español: Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, Ediciones de Lenguas Extranjeras, Moscú, 1939; acompañando esta novedad historiográfica, en agosto de 1938 el presidium de la URSS aprobó una resolución que advertía que se castigaría con severidad la aplicación de “métodos pseudocientíficos de investigación al árbol genealógico de Lenin”.
[10] Antes de 1929, se debatió con amplitud en la URSS la cuestión de las raíces rusas y los componentes nacionales del leninismo, discutiendo la tesis menchevique que Lenin en realidad había retornado a la tradición premarxista; a partir de 1923 se debatió si Lenin era (o no) la “síntesis marxista” de toda la herencia revolucionaria de Rusia, estimando que existe una filiación legítima entre jacobinismo y leninismo, estableciéndose cierta continuidad ideológica, partiendo de “La joven Rusia”, Tchakev, Nechaev, la “Naródnaya Volia”, genealogía a la que ciertos historiadores agregan tímidamente los nombres de Chernishevsky (V. Kirpotin), Bakunin (B. Gorev) y Lavrov (N. Sergievsky); la mayoría de los historiadores participantes en la investigación y debate sobre el origen “ruso” del leninismo en los 1920’s serían ejecutados en el Gran Terror o morirían en un gulag.
[11] Véase el aporte al debate contra Bogdanov y el Empirio-monismo: Plechanov, Georgij Valentinovič: '”Materialismus militans. Otvet g. Bogdanovu. Pis'mo pervoe”, [Respuesta al sr. Bogdanov. Primera carta], en: Golos social-demokrata, 6-7, pp. 3-14, 1908; “Materialismus militans. Otvet g. Bogdanovu. Pis'mo vtoroe” [Respuesta al sr. Bogdanov. Segunda carta], Golos social-demokrata, 8-9, pp. 3-26, 1908; y: “Materialismus militans. Otvet g. Bogdanovu. Pis'mo tret'e” [Respuesta al sr. Bogdanov. Tercera carta], en: Ot oborony k napadeniju, M., B. Cicerin, 1910, pp.70-111; en español: Plekhanov, Jorge: Materialismo militante, Grijalbo, México, 1967; como vemos Plekhanov era un gran admirador de Chernishevsky: “mi desarrollo intelectual se efectuó a partir de la masiva influencia de Chernishevsky”, independientemente de la influencia paralela en el mismo Lenin, subrayando que lo había conducido al materialismo vía Feuerbach.
[12] Pod Znamenem Marksizma, que apareció desde 1925 en alemán como Unter Banner des Marxismus; el texto de Lenin apareció en el Nº 2, de marzo de 1922; el objetivo de la publicación era la crítica general desde el punto de vista materialista (“Órgano del materialismo militante”) así como artículos sobre Marx y el marxismo; en ese número se podía encontrar letras inéditas de Engels y Marx a Lassalle, un artículo de David Riazanov (editor de las MEGA1) sobre la vida cotidiana de Marx, ensayos sobre lógica formal y lógica dialéctica, o la relación entre anarquismo y marxismo, además de recensiones bibliográficas.
[13] Lenin: Obras Completas, tomo XXXVI, Akal editor, Madrid, 1978, pp. 198-199.
[14] Nacido en 1828 y muerto en 1889, fue un escritor, revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico literario y socialista, considerado el fundador del Movimiento narodnik, aunque luego renegó de su Ideología, muy influenciado por Hegel, la izquierda hegeliana (Bauer), Feuerbach y los materialistas de fines del siglo XIX (Büchner-Moleschott); editor jefe de la influyente revista Sovremennik (“El contemporáneo”), fue encarcelado con pruebas falsas en 1862, tuvo una “ejecución civil” seguida de una reclusión penal en Siberia en 1872, donde falleció; véase: Venturi, Franco: “Nikolai Gavrilovich Chernyshevski”, en: El populismo ruso, Revista de Occidente, Madrid, 1975; pp. 275-352.
[15] Definido por Chernishevsky en el ensayo de 1859: “La superstición y las reglas de la lógica” de esta manera: “Llamo ‘Aziatstvo’ al orden de cosas en el cual la inviolabilidad de los derechos no existe, en el cual ni la persona, ni el trabajo, ni la propiedad se encuentran protegidos de la arbitrariedad. En los estados asiáticos la Ley es completamente impotente. Quién intenta apoyarse en ella se condena. Reina en ellos exclusivamente la violencia.”, en: Chernishevsky, N. G.; Polnoe sobranie socinenij, Moscú, 1949, tomo V, p. 700; para Chernishevsky la categoría de Aziatstvo era la clave para comprender de manera hegeliana-materialista al Estado ruso y zarista.
[16] Véase la introducción de Vittorio Strada a la edición italiana de ¿Qué hacer?; en español: “Introducción”, en: Lenin, I., Vladimir: ¿Qué hacer?; ERA ediciones, México, 1977, p. 11-80. Recientemente Lih a revalorizado el Lenin de esta época y situado histórica y políticamente la obra: Lih, T. Lars: Lenin rediscovered. ‘What is to be done?’ in context, Brill, Leiden, 2005; Lih desconfía que el titulo se remita a la novela de Chernishevsky o bien a un homenaje implícito, como reza la persistente leyenda.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

martes, 5 de septiembre de 2017

EL MIEDO: ENEMIGO DE LA ALEGRÍA DE VIVIR, Por Leonardo Boff

2017-09-05
Leonardo Boff

Hoy en el mundo, y en Brasil, las personas están angustiadas por el miedo a asaltos, a veces con muertes, balas perdidas y atentados terroristas. Los realizados recientemente en Barcelona y Londres, provocaron un miedo generalizado, por más que haya habido demostraciones de solidaridad y manifestaciones pidiendo paz.

Yendo más al fondo de la cuestión, hay que reconocer que esta situación generalizada de miedo es la consecuencia última de un tipo de sociedad que ha puesto la acumulación de bienes materiales por encima de las personas y ha establecido como valor principal la competición y no la cooperación. Además ha elegido el uso de la violencia como forma de resolver los problemas personales y sociales.

La competición debe distinguirse de la emulación. La emulación es buena, pues trae a la superficie lo que tenemos de mejor dentro de nosotros y lo mostramos con sencillez. La competición es problemática, pues significa la victoria del más fuerte de los contendientes, derrotando a todos los demás, lo cual genera tensiones, conflictos y guerras.

En una sociedad donde esta lógica se hace hegemónica, no hay paz, sólo armisticio. Siempre existe el miedo a perder, perder mercados, ventajas competitivas, ganancias, el puesto de trabajo y la propia vida.

La voluntad de acumulación también produce ansiedad y miedo. Su lógica dominante es ésta: quien no tiene, quiere tener; quien tiene, quiere tener más; y quien tiene más dice: nunca es suficiente. La voluntad de acumulación alimenta la estructura del deseo que, como sabemos, es insaciable. Por eso, necesita garantizar el nivel de acumulación y de consumo. De ahí resulta la ansiedad y el miedo a no tener, a perder capacidad de consumir, a descender en status social y, por fin, a empobrecerse.

El uso de la violencia como forma de solucionar los problemas entre países, como se mostró en la guerra de Estados Unidos contra Irak, se basa en la ilusión de que derrotando al otro o humillándolo conseguiremos fundar una convivencia pacífica. Un mal de raíz, como la violencia, no puede ser fuente de un bien duradero. Un fin pacífico demanda igualmente medios pacíficos. El ser humano puede perder, pero jamás tolera ser herido en su dignidad. Se abren heridas que difícilmente se cierran y sobra rencor y espíritu de venganza, humus alimentador del terrorismo, que victima tantas vidas inocentes como lo hemos visto en muchos países.

Nuestra sociedad de cuño occidental, blanca, machista y autoritaria ha elegido el camino de la violencia represiva y agresiva. Por eso anda siempre metida en guerras, cada vez más devastadoras, como en la actual de Siria, con guerrillas cada vez más sofisticadas, y con atentados cada vez más frecuentes. Detrás de tales hechos existe un océano de odio, amargura y deseo de venganza. El miedo flota como un manto de tiniebla sobre las colectividades y sobre las personas individuales.

Lo que invalida el miedo y sus secuelas es el cuidado de unos a otros. El cuidado constituye un valor fundamental para entender la vida y las relaciones entre todos los seres. Sin cuidado la vida no nace ni se reproduce. El cuidado es el orientador previo de los comportamientos para que sus efectos sean buenos y fortalezcan la convivencia.

Cuidar a una persona es involucrarse con ella, interesarse por su bienestar, sentirse corresponsable de su destino. Por eso, todo lo que amamos también lo cuidamos y todo lo que cuidamos también lo amamos.

Una sociedad que se rige por el cuidado, cuidado de la Casa Común, la Tierra, cuidado de los ecosistemas que garantizan las condiciones de la biosfera y de nuestra vida, cuidado de la seguridad alimentaria de cada persona, cuidado de las relaciones sociales para que sean participativas, equitativas, justas y pacíficas, cuidado del ambiente espiritual de la cultura que permite a las personas vivir un sentido positivo de la vida, acoger sus limitaciones, el envejecimiento y la propia muerte como parte de la vida mortal, esta sociedad de cuidado gozará de paz y concordia necesarias para la convivencia humana.

En momentos de gran miedo, ganan especial sentido las palabras del salmo 23, aquel de “el Señor es mi pastor, nada me puede faltar”. El buen pastor asegura: “aunque pases por el valle de sombra de la muerte, no temas porque yo estoy contigo”.

Quien logra vivir esta fe se siente acompañado y en la palma de la mano de Dios. La vida humana gana ligereza y conserva, incluso en medio de riesgos y amenazas, una serena jovialidad y alegría de vivir. Poco importa lo que nos suceda, sucede en su amor. Él sabe el camino y lo sabe bien.