viernes, 25 de agosto de 2017

30º ENCUENTRO NACIONAL DEL GRUPO DE CURAS EN LA OPCIÓN POR LOS POBRES, 24 de Agosto de 2017




El grupo de Curas en opción por los pobres nos hemos reunido en nuestro 30º Encuentro anual haciendo memoria agradecida de los 50 años de 3 momentos eclesiales:

La encíclica Populorum Progressio del Papa Pablo VI (26 de marzo de 1967)

El mensaje de 18 obispos del Tercer mundo a la sociedad, partiendo de dicha Encíclica (15 de agosto de 1967 [en adelante Mensaje])

El surgimiento del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (diciembre de 1967)

Comprobamos que las realidades y los tiempos son distintos, pero creemos que muchas cosas mencionadas en el Mensaje de los 18 Obispos conservan toda su actualidad y –como entonces – queremos retomarlas:

I.- El mensaje tiene claro que la situación de los pobres y el serio problema de la pobreza tiene su origen en la acumulación injusta de la riqueza.

Los gobiernos deben abocarse a hacer cesar esa lucha de clases que, contrariamente a lo que de ordinario se sostiene, han desencadenado los ricos con frecuencia y (la) continúan realizando contra los trabajadores, explotándolos con salarios insuficientes y condiciones inhumanas de trabajo. Es una guerra subversiva que desde hace mucho tiempo lleva a cabo taimadamente el dinero a través del mundo, masacrando a pueblos enteros (Mensaje 22).

“¿Pero cuáles son, dime, los bienes que te pertenecen? ¿De dónde los has sacado? […] Al hambriento pertenece el pan que tú guardas. Al hombre desnudo, el abrigo que encierran tus cofres. AI descalzo, los zapatos que se pudren en tu casa. Al miserable, el dinero que tienes oculto. Así oprimes a tanta gente que podrías ayudar... No, no es tu capacidad la que se condena aquí sino tu negativa a compartir” (San Basilio; Mensaje 13).

No conocemos otro camino que la justa distribución de la riqueza para llegar a la tan proclamada “Pobreza Cero”.

II.- Como el Mensaje insistimos que “El obrero es infinitamente superior a todo el dinero” (15), y queremos denunciar repitiendo a Pablo VI y los 18 obispos que

no podrá permitirse que los ciudadanos provistos de rentas abundantes, provenientes de los recursos y la actividad nacionales, transfieran una parte considerable al extranjero para su beneficio personal, sin preocuparse del daño que hacen sufrir por ello a su patria (20).

III.- Acompañamos a los trabajadores

con el fin de exigir y defender sus derechos: justo salario, licencias pagadas, seguridad social, viviendas familiares, participación en la gestación de la empresa… No es suficiente que estos derechos sean reconocidos sobre el papel por las leyes. Estas leyes deben ser aplicadas y corresponde a los gobiernos ejercer sus poderes en este terreno para servicio de los trabajadores y los pobres (22).

IV.- Sabemos que en su historia, la Iglesia, de la cual formamos parte, ha sido muchas veces más esposa del dinero que de Jesucristo: A veces,

las Iglesias se encuentran de tal manera ligadas al sistema, que parecen estar confundidos, unidos en una sola carne como en un matrimonio. Pero la Iglesia tiene un solo esposo, Cristo. La Iglesia no está casada con ningún sistema, cualquiera que éste sea, y menos con el “imperialismo internacional del dinero” (Pablo VI y Mensaje 5).

V.- Por eso nos vemos en el compromiso –levantando la voz como los profetas o los primeros Padres de la Iglesia– de insistir que

Dios no quiere que haya ricos que aprovechen los bienes de este mundo explotando a los pobres. No, Dios no quiere que haya pobres siempre miserables. La religión no es el opio del pueblo. La religión es una fuerza que eleva a los humildes y rebaja a los orgullosos, que da pan a los hambrientos y hambre a los hartos (19).

Por todo esto

Tenemos el deber de compartir nuestro pan y todos nuestros bienes. Si algunos pretenden acaparar para ellos mismos lo que es necesario a los otros, entonces es un deber de los poderes públicos imponer el reparto que no se hace de buen grado (20).

Mirando nuestro presente histórico e iluminándonos con la Palabra de Dios reiteramos que juzgamos antievangélico este modelo de concentración de poder neoliberal que se lleva adelante en estos momentos en Argentina y otros países de América Latina y el Caribe, y supone otros sometimientos en los órdenes social, cultural y político.

Como ya lo hemos dicho en anteriores mensajes:

Como lo hicieron otros organismos internacionales, exigimos la libertad de Milagro Sala y los demás presos políticos de nuestra patria;

Reclamamos la aparición con vida de Santiago Maldonado ya que entendemos que la desaparición forzada de un hermano llena de sombras la necesaria transparencia que toda democracia debiera tener.

Como integrantes del pueblo de Dios sabemos que el egoísmo, el individualismo y la muerte no tienen la última palabra. Y, como pastores, confiados en el Dios de la vida, exhortamos a todos los varones y mujeres de buena voluntad a “que vuelvan a tener confianza en ellos mismos” (18) y reforzar la esperanza en que “otro mundo es posible”.

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.

miércoles, 16 de agosto de 2017

LA TIERRA EN NÚMEROS ROJOS: EL SER HUMANO, SATÁN DE LA TIERRA, Por Leonardo Boff

2017-08-15

Leonardo Boff


El día 2 de agosto de 2017 sucedió un hecho preocupante para la humanidad y para cada ser humano individualmente. Fue el día anual de la “Sobrecarga de la Tierra” (Overshoot Day ). Es decir: fue el día en que gastamos todos los bienes y servicios naturales, básicos para sustentar la vida. Estábamos en verde y ahora entramos en números rojos, o sea, en un cheque sin fondos. Lo que gastemos de aquí en adelante será violentamente arrancado a la Tierra para atender las indispensables demandas humanas y, lo que es peor, para mantener el nivel de consumo perdulario de los países ricos.

A este hecho se le suele llamar “Huella Ecológica de la Tierra”. Mediante ella, se mide la cantidad de tierra fértil y de mar necesarios para generar los medios de vida indispensables como agua, granos, carnes, peces, fibras, madera, energía renovable y otros más. Disponemos de 12 mil millones de hectáreas de tierra fértil (selvas, pastos, cultivos) pero necesitaríamos en realidad 20 mil millones.

¿Cómo cubrir este déficit de 8 mil millones? Chupando más y más de la Tierra… ¿pero hasta cuándo? Estamos descapitalizando lentamente a la Madre Tierra. No sabemos cuándo llegará su colapso, pero, de continuar con el nivel de consumo y desperdicio de los países opulentos, vendrá, con consecuencias nefastas para todos.

Cuando hablamos de hectáreas de tierra, no pensamos solamente en el suelo, sino en todo lo que él nos permite producir, como por ejemplo, maderas para muebles, ropas de algodón, tinturas, principios activos naturales para la medicina, minerales y otros.

En promedio cada persona necesitaría para su supervivencia 1,7 hectárea de tierra. Casi la mitad de la humanidad (43%) está por debajo de este valor, como los países donde hace estragos el hambre: Eritrea con huella ecológica de 0,4 hectáreas, Bangladesh con 0,7, Brasil, por encima de la media mundial con 2,9. El 54% de la población mundial va mucho más allá de sus necesidades, como Estados Unidos con 8,2 hectáreas, Canadá 8,2, Luxemburgo 15,8, Italia 4,6 e India 1,2.

Esta Sobrecarga Ecológica es un préstamo que estamos tomando de las generaciones futuras para nuestro uso y disfrute actuales. Pero cuando les llegue el turno a ellas, ¿en qué condiciones van a satisfacer sus necesidades de alimento, agua, fibras, granos, carnes y madera? Podrían heredar un planeta depauperado.

Tememos que nuestros descendientes, mirando hacia atrás, acaben maldiciéndonos: “ustedes no pensaron en sus hijos, nietos y biznietos; no supieron ahorrar y desarrollar un consumo sobrio y frugal para que quedase algo bueno de la Tierra para nosotros, y no sólo para nosotros, también para todos los seres vivos, que necesitan aquello que nosotros apreciamos”. Esto nos trae a la memoria las palabras del indígena Seattle: «Si todos los animales se acabasen, el ser humano moriría de soledad de espíritu, porque todo lo que sucede a los animales, le sucederá también al ser humano, pues todo está interrelacionado».

Lo que predomina en el mundo es una perversa injusticia social, cruel y despiadada: el 15% de los que viven en las regiones opulentas del Norte del planeta dispone del 75% de los bienes y servicios naturales y del 40% de la tierra fértil. Algunos millones de personas, cual perros famélicos, deben esperar las migajas que caen de las bien servidas mesas de aquéllos.

En verdad la Sobrecarga de la Tierra es el resultado del tipo de economía dilapidadora de las “bondades de la naturaleza”, como dicen los andinos, deforestando, contaminando aguas y suelos, empobreciendo ecosistemas y erosionando la biodiversidad. Estos efectos son considerados “externalidades”, que no afectan al lucro y no entran en la contabilidad empresarial. Pero afectan la vida presente y futura.

El eco-economista Ladislau Dowbor de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo, en su libro Democracia económica (Vozes 2008) resume el problema con palabras claras: «Parece bastante absurdo, pero lo esencial de la teoría económica con la cual trabajamos no considera la descapitalización del planeta. En la práctica, en economía doméstica, sería como si sobreviviésemos vendiendo los muebles, la plata de la casa... y creyésemos que con ese ingreso podríamos seguir viviendo con normalidad, y que estaríamos administrando bien nuestra casa. Estamos destruyendo el suelo, el agua, la vida en los mares, la cobertura vegetal, las reservas de petróleo, la capa de ozono, el propio clima, pero lo que contabilizamos es sólo la tasa de crecimiento» (p. 123).

Ésta es la lógica vigente de la actual economía de mercado neoliberal, irracional y suicida. De modo radical yo diría: el ser humano se está revelando como el Satán de la Tierra y no su ángel de la guarda.


miércoles, 9 de agosto de 2017

ENTREVISTA A NICOLÁS GONZÁLEZ VARELA SOBRE HEIDEGGER. NAZISMO Y POLÍTICA DEL SER, Por Salvador López Arnal

Martín Heidegger

“Heidegger reduce a Marx a un epígono brillante del idealismo objetivo de Hegel. El marxismo es para él otra forma de Olvido del Ser”

Salvador López Arnal
El Viejo Topo

Nicolás González Varela es ensayista, editor, traductor y periodista cultural. Ha estudiado Filosofía y Psicología y enseñado Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires, así como traducido a Heidegger, Graves, Negri, Marx y Pessoa, entre otros. Es autor de diversos artículos y estudios sobre Arendt, Blanchot, Céline, Heidegger, Engels, Graves, Gramsci, Lenin, Stalin, Marx, Pound, Spinoza y colabora en distintos medios gráficos y digitales de actualidad y cultura. Sus últimas obras publicadas son: Nietzsche contra la Democracia (Montesinos, Barcelona, 2010), Los Archivos de Nación Apache (Libros del Sur, Buenos Aires, 2011) y ha sido traductor y cuidador de la edición del Cuaderno Spinoza, de Karl Marx (Montesinos, Barcelona, 2012), así como de la edición de Sobre el suicidio, también de Marx (El Viejo Topo 2012). En 2013 publicó una edición crítica de textos de Fernando Pessoa: Política y profecía. Escritos políticos 1919- 1935.

Esta conversación se centra en su último libro Heidegger. Nazismo y política del Ser, publicado recientemente por la editorial Montesinos.

***

SLA. Estábamos aquí. ¿La otra cara de muchas críticas estilo DiaMat es una referencia implícita a Lukács?

NGV: No tanto, sino al enfoque que el DiaMat en la URSS y en el bloque del Socialismo “real” (con grandes excepciones como la crítica de Karel Kosik, un heterodoxo) daban a Heidegger. Lukács no se propuso nunca una crítica a Heidegger en sí mismo, sino considerarlo como un momento más en la genealogía del ataque a la razón que terminó con Hitler. 

SLA. También de acuerdo. Por cierto, a propósito de Lukács y aunque me voy un poco del tema. Acabo de recibir una información (nos las enviado tú al colectivo Espai Marx). Esta: “El gobierno municipal remueve estatua de Lukács en Budapest y la reemplaza por un héroe nacionalista húngaro a pedido del partido neonazi Jobbik y con el apoyo dle partido populista de Orban” [1] ¿Qué opinión te merece esta iniciativa municipal?
Georg Lukacs

NGV: Es algo terrible e inquietante. La deriva hacia el Populismo y hacia formas blandas de Fascismo en América y en Europa ya no es un caso aislado. La Kulturkampf del Populismo contra las tradiciones democrático-liberales, social-demócratas y comunistas es ya un dato insoslayable. Primer nivel de gravedad: la remoción de la estatua de un filósofo por la de un héroe noble nacionalista (San Esteban Iº, primer rey de Hungría, que está canonizado por el Vaticano) ya es algo totalitario y chauvinista; pero si además se le suma que la medida viene “reforzada”, justificada porque Lukács era judío y marxista (hubo una campaña sucia sobre su pensamiento como carente de raíces autóctonas, con lo que volvemos a Heidegger) es un suceso inquietante. Lukács murió en 1971 y se le encomendó al bien conocido escultor Imre Varga la realización de su estatua, inaugurada en 1985 en el bonito parque de Szent István. Como bien señalas, la medida proviene de una moción del partido neo-nazi Jobbik (“Los Mejores” en húngaro) votada en el pleno del Ayuntamiento de Budapest, apoyada por la coalición populista y de extrema derecha “Fidesz” (Alianza Cívica Húngara) del presidente Orban por 19 votos a favor, 3 en contra y una abstención. ¿De qué se le acusa a Lukács? No tanto su Comunismo o su adaptación al Stalinismo como comisario político (hay estatuas de stalinistas en Budapest, como la de Zoltán Komócsin, secretario general del MSzMP, o de Marx, Lenin, por ejemplo) sino ser una “traidor” a la eterna Patria húngara, haber ordenado el fusilamiento de soldados húngaros en 1919 siendo comisario del Ejército Rojo y, especialmente, por ser un “pensador judío” (el apellido original de Lukács era Löwinger), cosmopolita y sionista. Jobbik, y los medios xenófobos y nacionalistas, dicen que la medida es ejemplar para señalar a aquellos que envenenaron el “Alma húngara”… 

SLA. También esto que has afirmado da pie a mil preguntas más. No es el momento. ¿Ha captado bien su pensamiento la tradición marxista? Salvo error por mi parte, pensadores como Marcuse o Kostas Axelos fueron muy o bastante heideggerianos cuanto menos en su lenguaje.

NGV: Los marxistas tuvieron dos tendencias en cuanto a Heidegger: bien intentar criticarlo desde el punto de vista ideológico (y poco desde lo filosófico-político) o bien tratar de asimilarlo a la matriz materialista de Marx, el así llamado “Heidegger-Marxismus”. Pionero en el intento de amalgama de Hegel-Marx con Heidegger con su “Konkrete Philosophie” son los trabajos del joven Marcuse en los 1930’s, que desembocarán en su libro sobre la Ontología hegeliana…[2]

Manuel Sacristán fue el traductor

Es cierto, ¡no lo había tomado en cuenta! Sacristán, que tuvo su “momento heideggeriano”, fue un gran mediador entre la nueva izquierda alemana y el mundo de habla española. El paradigma clásico después de 1945, como bien señalas, es el trabajo de Kostas Axelos, su disertación doctoral sobre Marx y la Técnica [3]. Incluso hay que señalar los intentos dispares sobre el aspecto del método fenomenológico de “hibridar” (si se me permite) a Marx con Heidegger de Sartre. Analizando a posteriori su obra, Marcuse afirmará que términos técnicos como Da-sein, das Man, Sein, Seiendes, Existenz serían “malas abstracciones”, abstractos defectuosos, en el sentido de que no son vehículos conceptuales adecuados para comprender la concreción real de lo aparente. O sea: que resulta muy dificultoso llegar a una síntesis entre el nuevo Materialismo de Marx (incomprendido ya por el propio Heidegger) y la Analítica de la Existencia.

SLA: ¿Por qué incomprendido por el propio Heidegger? ¿Leyó a Marx alguna vez?

NGV: No solo a Marx: ¡conocía al Lenin filósofo! Es manifiesto que el conocimiento de Marx que tiene el Heidegger de los años 1930 y 1940 es defectuoso, producto de una lectura superficial (¡precisamente en el renovador de la Hermeneútica occidental!), por lo que sus críticas ni siquiera rozan la problemática de la categoría Valor-Trabajo o la propia Kritik de la Economía Política. Este Marx descafeinado y poco interpretado, en tan mala situación hermenéutica, era una muletilla común entre los intelectuales de la nueva derecha y los ideólogos del NSDAP, llegando incluso a filósofos de la talla de Rickert o Simmel, o a la misma Filosofía académica alemana. En 1932, Heidegger, en el curso sobre el diálogo Teeteto de Platón, reconstruyendo su Filosofía de la Historia del “Olvido del Ser”, Heidegger traza la vasta cronología de esta Decadencia (al mejor estilo nietzscheano-spengleriano) que pasa por el Cristianismo, el Racionalismo de Descartes, la Ilustración, Hegel y su Dialéctica y concluye en Marxismo. Explícitamente se propone una Überwindung des Marxismus, una superación del Marxismo como nuevo Sistema de Pensamiento y su doctrina ideológica, citando por primera vez textualmente párrafos de Miseria de la Filosofía (1847) de la edición de Landshut-Meyer. Más allá de su reflexión sobre la platonische Ideenlehere, la Doctrina platónica de las ideas, Heidegger subraya en sus clases académicas: “Teoría de las Ideas, presupuesto para el Marxismo y la Teoría de las Ideologías. ‘Visión del Mundo’ como ideología, abstracción, superestructura o de relaciones sociales de producción. ¿Superar al Marxismo?” ¿Realmente Heidegger tenía como objeto polémico a Marx? 
Karl Marx

Excelente pregunta. Tu respuesta

Para cualquier lector atento es clara su concepción en Sein und Zeit (1927) del período liberal de Occidente, la época burguesa, como Ich-Zeit, Tiempo del Yo, en contraposición con el revolucionario Tiempo comunitario del Nosotros, el Wir-Zeit, que habría inaugurado el Nacionalsocialismo en su Volksgemeinschaft, la Comunidad racial-popular enfrentada a la Gesellschaft liberal o al Estado total bolchevique; es también el claro significado de la Dictadura del “Uno” (Das Man), en el parágrafo #27 de la misma obra. La pregunta siguiente: ¿entendió a Marx?

Otra magnífica pregunta

Creo que no, como muchos de los llamados “marxistas”. Heidegger reduce a Marx a un epígono brillante del Idealismo objetivo de Hegel, para Heidegger, voy a citarlo textualmente, el Marxismo es otra forma de Olvido del Ser “ya que toma lo Espiritual (Geistige) como Función del Proceso de Producción económica”. Las paradojas de la Historia hizo que su némesis filosófica, Marx, volviera a aparecer en la vida de Heidegger, esta vez como espectáculo mediático. La misma edición de los textos juveniles utilizada en los 1930’s aparece en una entrevista a la segunda cadena de TV estatal alemana ZDF en 1969, donde Heidegger, todavía obsesionado por su “superación” inconclusa de Marx, le lee a su entrevistador la famosa Tesis XI sobre Feuerbach. Es curioso pero de la docenas de referencias a Marx de Heidegger, la mayoría retornan una y otra vez al texto sobre “Ad Feuerbach”, parte de ese texto maldito llamado La Ideología alemana…

SLA: Es muy interesante lo que señalas. Voy finalizando. Para aclarar algunos puntos. Sobre Martin Heidegger y el nazismo de nuevo: ¿fue un nazi convencido o por adaptarse sin riesgos a las circunstancias históricas que le tocaron vivir?

NGV: Lamentablemente Heidegger fue un nazi peculiar pero convencido, no un oportunista político, como puede ser el caso de Carl Schmitt o el de Hans-Georg Gadamer, o el de tantos otros académicos de la época. Y no sólo apoyó “ruidosamente” al NS-Staat y su “despertar de Alemania”, sino que la elección valorativa y la extrema opción por el NSDAP emana, sin dudas, de premisas internas de su Ontología y Filosofía de la Existencia, en especial de su categoría filosófica práctica de Cura (Sorge), de su idea radical de la Historicidad así como del desarrollo de una auténtica Filosofía de la Historia, la denominada Seinsgeschichte, “Historia del Ser”, como hemos comentado, como lo supieron intuir tempranamente discípulos muy cercanos a él, como Löwith y Marcuse. 

SLA: No te he pregunto por Löwith. Lástima, se me ha pasado. No se puede hablar de todo
Karl Lowith

NGV: Sí, Löwith es un filósofo que tiene méritos propios. Heidegger fue atraído por el Nacionalsocialismo porque creyó, hasta su muerte, que el movimiento ofrecía la solución definitiva a la crisis de la civilización europea. Esta Krisis, tomada en el sentido griego de krínein, como situación inestable que aguarda una Decisión, este “estado de perdido del Hombre” o Selbstverlorenheit des Menschen, era el resultado del “olvido” o “retirada” en torno a la cuestión del Ser. Heidegger abrazó la causa nacionalsocialista, como lo reconoce él mismo, desde posiciones político-filosóficas cercanas a la corriente nacional-social-liberal de Friedrich Naumann, corriente congregada durante la década del 1920 en el “Juni-Klub” de Moeller van der Bruck, el autor de un libro célebre editado en 1923: Das Dritte Reich. La vertiente Naumann sostenía la idea de un nuevo Reich, un estado neocesarista, una nueva Gemeinschaft del pueblo alemán, el papel rector de una gran Alemania en la Europa central, todo ello en un programa político revolucionario, antiliberal, antibolchevique, antiparlamentario y… socialista “alemán”. La enorme seducción que ejerció sobre Heidegger el NSDAP se basaba en la creencia que presentaba, aparte de una opción real de poder, la solución final a la Verfall bimilenaria de Occidente y la promesa de un nuevo (segundo) “Inicio” en la Historia del Ser. Pero es verdad que su Nazismo era peculiar: frente al fenómeno del Tercer Reich Heidegger desarrolló una doble actitud: apoyo activo e irrestricto de la forma-Estado autoritaria (incluido el Führerprinzip y la figura carismática de Adolf Hitler) pero sosteniendo siempre la pre-eminencia del Volk, del Pueblo y distancia crítica con respecto a la tosca Weltanschauung nacionalsocialista oficial y sus portavoces.

SLA: No hablo ahora de Heidegger, como individuo digámoslo así, sino de su filosofía. ¿Se la puede caracterizar como una filosofía de inspiración nacional-socialista?

NGV: Sería un error, un aplanamiento y esquematismo que no nos serviría en el trabajo de la crítica materialista. La filosofía de Heidegger en lo más esencial de su núcleo fue un producto genuino de la Filosofía academia alemana, con sus tics conservadores y su pathos de mandarinado. En el libro intento mostrar cómo el intento (fallido) de dotar de una (meta) Política heideggeriana al NSDAP marcó su rumbo durante los años 1930 y 1940’s. Heidegger siempre resguarda un grado de contigüidad e idealidad de la “Verdad interna” del Nacionalsocialismo, una tensión y diferencia ontológica, sin confundirse ni aproximarse con su aplicabilidad táctica en lo óntico, en el reino de los entes y de la instrumentalidad cósica. El pensamiento de Heidegger, finalmente, pertenecía a otra tradición de aquella en la cual se articula el Nacionalsocialismo, pero casi co-originaria. Podemos llamarla “Conservadurismo revolucionario”. Lo que queda por preguntar, sin embargo, es lo más difícil de la cuestión: si la participación de 1933 surgió de la manera de filosofar de Heidegger. A esto intento responder en la investigación de mi ensayo…

SLA. De acuerdo, no desvelemos lo esencial. Pero demos algunas pistas si no te importa. Si tuvieras que decir en una o en dos tesis, tus principales aportaciones en este estudio, ¿cuáles señalarías?

NGV: Creo que una de ellas, el objeto del deseo del libro, es demostrar la relación interna y necesaria entre el pensamiento filosófico de Heidegger y su decisión política; otra cuestión que queda desvelada es que esta decisión política de Heidegger llevaba una misión filosófica: dotar al Nacionalsocialismo de una Metapolítica “científica”, que le permitiera volver a generar un Segundo inicio en la Hisoria del Ser. 

SLA: ¿Dónde estarían las principales novedades de tu investigación?

NGV: Creo que reside en la inversión de la prueba en el caso Heidegger: no la clásica pregunta, a esta altura del debate carente de sentido, si se dio una “relación interna y necesaria” entre la analítica de Sein und Zeit y sus percepciones y valoraciones políticas, sino que, por el contrario, demostrar que en la Ontología heideggeriana existe indicios suficientes para hablar de una Filosofía política in nuce, una Filosofía práctica viva, que lo llevará, desde años anteriores a 1933, a las proximidades del polo “nacionalconservador” y racial-popular. Esta Filosofía como reclamo, existía en sus líneas generales desarrollada mucho antes del ascenso al poder de Hitler en enero de 1933.

En suma: lo que intenta el libro no es otra cosa que, ad pedem litterae, seguir la propia autointerpretación de Martin Heidegger, quién afirmaba que en su concepto de “Historicidad” (Geschichtlichkeit) estaba el verdadero fundamento de su compromiso político con el Nacionalsocialismo y, en especial, con el Führer Adolf Hitler.

SLA. Por cierto, más allá de este gran libro sobre Heidegger, ¿en qué estás metido ahora? ¿Nos das algunas pistas?

NGV: Estoy con un libro sobre Marx y el Marxismo, recoge trabajos dispersos, algunos publicados, otros inéditos, estudios preliminares frustrados, que está en esa etapa feliz que es el retoque literario y ajustando fuentes y bibliografía. Tiene un título tentativo: “Crónicas marxianas”. Esperamos tenerlo en las librerías en 2018… 

SLA: El año del bicentenario. Reservaremos un ejemplar y te propondré otra entrevista por supuesto. ¿Quieres añadir algo más?

NGV: Agradecerte como siempre tu generosidad, inteligencia y precisión

SLA. Soy yo quien tiene que agradecer tu paciencia, tu generosidad y tu incansable trabajo filosófico… Y tu precisión, rigor e inmensa erudición por supuesto.

Notas:


2) Hegels Ontologie und die Grundlegung einer Theorie der Geschichtlichkeit, Vittorio Klostermann Verlag, Frankfurt am Main, 1932 (en español: Ontología de Hegel y Teoría de la Historicidad; Martínez Roca, Barcelona, 1970)

3) Marx, penseur de la technique, Paris, UGE/Les Éditions de Minuit, 1961 (en español: Marx, pensador de la Técnica, Fontanella, Barcelona, 1969).

Nota de edición:

Primera parte: “La oscuridad de Heidegger, la denostada “jerga de la autenticidad” denunciada por Adorno es una barrera primigenia para cualquier lector incauto” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227320 .

Segunda: “Entre Heidegger y Arendt se establece una relación de dominio unilateral, asimétrica, de autoridad de su persona y su filosofía sobre ella.” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227636

Tercera: “Heidegger afirmaba que en su concepto de ‘historicidad’ (Geschichtelichkeit) estaba el verdadero fundamento de su compromiso político con Hitler”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227941

Cuarta: “Heidegger cree que la ciencia moderna, en tanto que scientia, se ha alejado de lo que entendían los griegos por episteme” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228231



29 de junio de 2017. ESPAÑA

Fuente: El Viejo Topo, mayo de 2017

lunes, 7 de agosto de 2017

BUDISMO Y CRISTIANISMO, Por Frei Betto


Frei Betto
Buda, a quien Herman Hesse le dedicó la novela Sidarta, se llamaba Sidarta Gautama y vivió en la India 500 años antes de Cristo. El siglo VI a. C. fue pródigo en sabios e iluminados: Tales de Mileto, Lao-Tsé, Confucio y los profetas Jeremías y Ezequiel.

Buda y Jesús tienen mucho en común. Según reza la tradición, ambos nacieron de una virgen. En el caso de Buda, su madre, Maya, habría sido fecundada por un pequeño elefante que se introdujo en su costado izquierdo. Buda y Jesús no dejaron nada escrito y formaron a sus discípulos mediante sentencias y parábolas emblemáticas. Ninguno de los dos fundó una religión; ambos propusieron una vía espiritual centrada en el amor, la compasión y la justicia, capaz de conducirnos a lo que más anhela todo ser humano: la felicidad.

Aprendí mucho del budismo. En especial su principal lección: el modo de evitar, o, al menos, aplacar el sufrimiento. No el dolor, que pueden paliar los medicamentos, sino el sufrimiento que lacera el alma, trastorna la mente, tritura el corazón, suscita sentimientos y actitudes negativos.

Buda descubrió que todo sufrimiento se deriva de un único factor: el apego. A bienes materiales, recuerdos nocivos, ambiciones desmedidas, y también a cargos o funciones, como bien demuestra el actual escenario político brasileño. Jesús diría lo mismo siglos después, con otras palabras.

¿Cómo librarse del apego y así evitar el sufrimiento y disfrutar de la felicidad? Buda enseñó que, para eso, es preciso vaciar la mente, y el método para hacerlo se llama meditación. Al mirar hacia afuera, soñamos; al mirar hacia adentro, despertamos.

Considero que la meditación es la forma más apropiada de oración personal. Porque induce a vaciarse de sí y a dejarse ocupar por Dios, como apunta la genial canción de Gilberto Gil “Se eu quiser falar com Deus”.

El término meditación es recurrente en la tradición mística cristiana, pero no aparece en los evangelios. Sin embargo, Lucas registra con acuciosidad los momentos de oración de Jesús: “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba” (5,16); “En aquellos días, él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (6,12); “… mientras Jesús oraba aparte... (9,18); “… subió al monte a orar” (9,28).

Ahora bien, si Jesús “pasó la noche orando a Dios”, él que nos enseñó a no multiplicar las palabras al hablar con Dios, sin dudas meditaba, o sea, abría la mente y el corazón para que el Padre lo habitara por entero. Muchas veces los cristianos hablamos de Dios, le hablamos a Dios, hablamos sobre Dios, pero no dejamos que Dios hable en nosotros. Y la meditación es un ejercicio de acogida del Misterio.

Soy un católico que reza todos los días para que Dios haga de mí un cristiano. Mi amigo, el periodista Heródoto Barbeiro, es budista desde hace 40 años. Su nombre de monje es Gento Ryotetsu. Decidimos encerrarnos durante tres días en el convento de los frailes dominicos de São Paulo para debatir sobre las convergencias y las diferencias entre el budismo y el cristianismo. En realidad no encontramos divergencias. El resultado se recoge en el libro O budista e o cristão - um diálogo pertinente.

En tiempos de fundamentalismos teológicos e intolerancias religiosas, el diálogo entre personas y grupos de concepciones distintas es, sin dudas, el camino más corto para evitar prejuicios y discriminaciones, ofensas y persecuciones. Entre otras cosas, porque Dios no tiene religión.

Aunque crea que Jesús es “el camino, la verdad y la vida”, nunca estaré seguro de que mi visión religiosa coincide con La Verdad. Siempre recuerdo al misionero que, en China, a inicios del siglo XX, le predicaba la doctrina cristiana a una multitud y concluyó diciéndoles: “¡Acabo de anunciarles la verdad!” Un chino levantó la mano y le dieron la palabra: “Padre, hay tres verdades: la suya, la mía y la verdad verdadera. Usted y yo juntos debemos buscar la verdad verdadera”.



Frei Betto es autor, entre otros libros, de Parábolas de Jesus – ética e valores universais (Vozes).

Traducción de Esther Perez

Copyright 2017 – FREI BETTO

martes, 1 de agosto de 2017

EL ENCUENTRO FELIZ DE LA PACHAMAMA CON GAIA, Por Leonardo Boff


Leonardo Boff

Quiero presentar un libro que en breve saldrá traducido en Brasil: La Pachamama y el ser humano (Ediciones Colihue 2012) de Eugenio Raúl Zaffaroni, bien conocido en Brasil en el ámbito jurídico. Es un reconocido magistrado argentino, ministro de la Corte Suprema desde 2003 a 2014 y profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.

El presente libro se inscribe entre las mejores contribuciones de orden ecológico y filosófico que se han escrito últimamente. Se sitúa en la línea de la encíclica del Papa Francisco, también argentino, Laudato Si, sobre el cuidado de la Casa Común (2015). Zaffaroni aborda la cuestión de la ecología integral, especialmente la violencia social y particularmente la violencia contra los animales, con una información admirable de orden científico y filosófico.

Lo más importante del libro es la crítica del paradigma dominante, surgido con los padres fundadores de la modernidad de los siglos XVI y XVII que ex abrupto introdujeron una profunda cisura entre el ser humano y la naturaleza. El contrato natural, presente en las culturas de Occidente y Oriente desde tiempos inmemoriales, sufrió un corte fatal y letal.

La Tierra dejó de ser la Magna Mater de los antiguos, la Pachamama de los andinos y la Gaia de los contemporáneos, algo vivo y generador de vida, para ser transformada en una cosa inerte (res extensa de Descartes), en un mostrador de recursos colocados a disposición de la voracidad ilimitada de los seres humanos. Es clásica la formulación de René Descartes: el ser humano es el maître et possesseur de la naturaleza, es decir, es el amo y señor de la naturaleza. Puede hacer de ella lo que bien le parezca. Y lo ha hecho.

La cultura moderna se construyó sobre la comprensión del ser humano como dominus, como señor y dueño de todas las cosas. Estas no poseen valor intrínseco, en contra de lo que van a afirmar más tarde la Carta de la Tierra y con gran fuerza la encíclica papal. Su valor reside sólo en poder estar al servicio del ser humano.

Es el proyecto del poder, entendido como capacidad de dominación sobre todo y sobre todos, partiendo de quien tiene más poder. En este caso, los europeos, que realizaron la aventura del sometimiento de la naturaleza, la conquista del mundo, la colonización de naciones enteras, el genocidio, el ecocidio y la destrucción de culturas ancestrales. Y lo hicieron usando la fuerza brutal de las armas, de la espada y también de la cruz. Hoy en día con armas capaces de extinguir la especie humana.

Zaffaroni rastrea el surgimiento de este proyecto civilizatorio y lo hace con gran riqueza bibliográfica. Se enfrenta con valor y con gran libertad crítica a los presumidos corifeos del pensamiento moderno como Hegel, Spencer, Darwin y Heidegger. Me restrinjo a las críticas que hace al Hegel del Geist (espíritu). Con su filosofía-ideología se volvió el mayor exponente del etnocentrismo. Herbert Spencer con su biologismo estableció la raza blanca como superior y todas las demás consideradas como inferiores, lo que acabó por legitimar el colonialismo y todo tipo de prejuicios.

Zaffaroni aborda la cuestión del animal visto como sujeto de derechos. Escribe: “a nuestro juicio, el bien jurídico en el delito de malos tratos a animales no es otro que el derecho del propio animal a no ser objeto de crueldad humana, para lo cual es menester reconocerle el carácter de sujeto de derechos”. El autor es duro al constatar “que nos hemos convertido en los campeones biológicos de la destrucción intra-especie y en los depredadores máximos extra-especie”. Su propuesta es clara: “Solamente sustituyendo el saber del dominus por el de fraterr podemos recuperar la dignidad humana” y sentirnos hermanados con los demás seres.

América Latina fue la primera en inaugurar un constitucionalismo ecológico, incluyendo en las constituciones de Ecuador y Bolivia los derechos de la naturaleza y de la Madre Tierra. Anteriormente, y también por primera vez, fue México quien introdujo en su constitución de 1917 los derechos sociales. Zaffaroni hace la apología de las virtualidades creadoras de armonía del ser humano con la naturaleza que la visión andina del “buen vivir y convivir” (sumak kawsay) comporta; también de Gaia, la Tierra como un superorganismo vivo que se autorregula para siempre producir y reproducir vida. La Pachamama y Gaia son dos caminos que se encuentran “en una feliz coincidencia del centro y de la periferia del poder planetario”. Ambos son portadores de esperanza de una Tierra Casa Común, en la cual todos los seres están incluidos. Ellos nos liberarán de las amenazas apocalípticas del fin de nuestra civilización y de la vida.

Zaffaroni nos trae una brillante y convincente perspectiva, crítica severa por un lado, pero llena esperanza por otro. Merece la pena leerlo, estudiarlo e incorporar en nuestra comprensión su visión de una ecología holística y profundamente integradora de todos los elementos de la naturaleza y del universo.